miércoles, 21 de mayo de 2008

Tradición Renovadora


(Jesús Palacios)

1. Dimensiones de una crisis y diversidad de perspectivas
Las críticas no dejan de generalizarse; las protestas de profesores y alumnos aumentan de un curso para otro; existe una decepción fácilmente constatable de alumnos, profesores, padres y sociedad con respecto a la enseñanza; no sería muy exagerado decir que la escuela está cada vez más y a todos los niveles, generando una dolorosa frustración que abarca a todos sus estamentos.
La situación se hace a veces caótica para los que están inmersos en ella; planes de estudio que se superponen, condiciones de trabajo nefastas tanto para quienes aprenden como para los que enseñan, falta de espacio y material. Creemos que se trata de una forma válida de abordar la crisis toda vez que las críticas provienen de campos de diversos (pedagogía, psicología, sociología) e inciden sobre aspectos diferentes. La diversidad de las perspectivas adoptadas por los autores y “escuelas” aporta, de esta forma, riqueza, complejidad y profundidad al análisis.
No insistiremos lo suficiente en que nuestra clasificación es personal; basadas en otros criterios, son posibles muchas otras.
El primer grupo estaría constituido por una serie de autores cuya principal preocupación era reformar la escuela tradicional haciéndola pasar de su magistrocentrismo característico al puericentrismo más acentuado. Se trata, por así decirlo, de un “grupo natural”.

2. Algo sobre la escuela tradicional
La vida externa es considerada peligrosa, es temida como fuente de tentaciones, los jóvenes que están en el internado son a s8u vez, propensos a la tentación, débiles y sienten atracción por el mal. Estos fines encuentran su perfecta expresión en el contenido de la enseñanza que se transmite y en la forma en que se realiza la transmisión.
La escuela tradicional significa, pro encima de todo, método y orden. El título del capítulo XIII de la Didáctica Magna de Comenio es bien explícito: “El orden en todo es el fundamento de la pedagogía tradicional”. La tarea del maestro es la base y condición del éxito de la educación; a él le corresponde organizar el conocimiento, aislar y elaborar la materia que ha de ser aprendida, en una palabra, trazar por él a sus alumnos. Snyders ha descrito con detalle esta función primordial: “El maestro es quien prepara y dirige los ejercicios de forma que se desarrollen según una distribución fija, según una gradación minuciosamente establecida. Para que el conocimiento esté adaptado a la edad y a las fuerzas de los alumnos y para evitar perder tiempo y malgastar esfuerzos, el maestro en la clase no deja de tomar iniciativas y desempeñar el cometido central.
El método de enseñanza, por otra parte, será el mismo para todos los niños y se aplicará escrupulosamente en todas las ocasiones.
Él le corresponde guiar y dirigir la vida de los alumnos, llevarlos por el camino trazado por él. El maestro es el modelo y el guía: a él se debe imitar y obedecer; tal y como Comenio lo recomienda explícitamente, los niños deben acostumbrarse a hacer más la voluntad de otras personas que la suya propia, a obedecer con prontitud a sus superiores; deben acostumbrarse, en definitiva, a someterse por entero a su maestro.
El maestro simplifica, prepara, organiza, ordena; el niño, dice Chateau, asimila mejor una comida predigerida que el pesado alimento de lo real.
El objetivo que se persigue no es otro que el de ordenar, ajustar y regular la inteligencia de los niños, ayudarlos a disponer de sus posibilidades.

LA TRADICIÓN RENOVADORA
Introducción
Es un conjunto homogéneo de acontecimientos de carácter educativo cuya importancia, a través del tiempo y del espacio, crece, se estabiliza, disminuye o desaparece, deberemos otorgar categoría de tal a este movimiento renovador.
Cuando en una sociedad determinada persisten aún restos de una educación concebida para un tipo de sociedad diferente, el conflicto es inevitable.

I. Orientación general de la escuela Nueva
La educación debe orientarse no al futuro, sino al presente, garantizando al niño la posibilidad de vivir su infancia y vigilar felizmente. La escuela no debe ser una preparación para la vida, sino la vida misma de los niños.
La noción de libertad se desprende por sí sola de estas consideraciones. Los nuevos pedagogos consideran que el niño es libre y debe vivir en un ambiente de libertad.
La nueva pedagogía es esencial que el niño pueda emprender sus búsquedas, sus investigaciones, con entera libertad.
La escuela nueva lleva a efecto es una traslación del eje educativo: del adulto al niño, de lo social a lo individual. Trang-Thong: “La organización de la educación pone en juego, por una parte, las necesidades de la sociedad y, por otra, las exigencias del niño y su desarrollo.

III. La relación maestro-alumno en la Escuela Nueva
Los maestros de las comunidades escolares evitaban toda intervención directa, ya fuera de aviso de llamada al orden, como de castigo o censura, de este modo, los escolares aprendieron que no podían contar ya con sus maestros, sino que debían de hacerlo con ellos mismo y que los maestros no pensaban imponer jamás un orden, sino que lo esperaban de los mismos niños.
La educación es entendida como un proceso para desarrollar cualidades latentes en el niño y la misma naturaleza infantil; por otra parte, para que pueda darse la educación es imprescindible que el niño pueda asimilar de manera directa e inmediata aquello que le rodea, sin imposiciones ni mediaciones propias de los adultos.
En lo relativo a los contenidos de la enseñanza, el giro que produce la nueva orientación es, también, copernicano.

J.J. ROUSSEAU: EL GRAN PRECURSOR

I. Emilio o el descubrimiento del niño
Como vimos, la educación que se impartía en estos colegios era, dentro de su clasicismo, puramente formal, enseñaban a hablar bien, no a pensar con profundidad.
Emilio es más que una reacción contra el pasado y una prospectiva de cara al futuro. Es también un punto de convergencia. El Emilio está divido en cinco partes que no son sino cinco etapas evolutivas de la infancia; etapas, por los demás, como o señala Wallon, que son, prácticamente, las que hoy se formulan y, con toda probabilidad las de siempre.
Rousseau, la educación, según él sólo sirve para enseñar la falsedad para hacer dobles a los hombres, que aparentando hacer el bien a los demás, no buscan sino su propio provecho.

II. Educación: naturaleza y acción
En primer lugar, la artificialidad de que se rodea al niño. Desde que nace se le aparta de la naturaleza, que es, según Rousseau, como su hábitat natural. Y cuanto más se educa a un niño más se le aleja de la naturaleza y, al tiempo, de la sabiduría: “más lejos de la sabiduría están un niño mal instruido que otro que no ha recibido ninguna instrucción.

III. Contra la educación verbalista libresca
La cantidad de los conocimientos que se dan al niño está reñida con su calidad y lo que se gana en apariencia se pierde en profundidad. Quizá los principales aspectos de la concepción pedagógica rousseauniana estén compendiados en esta cita que, de algún modo, resume lo que hasta aquí hemos expuesto: Haced que vuestro alumno dedique atención a los fenómenos de la naturaleza y pronto despertaréis su curiosidad, pero para alimentarla no os deis prisa en satisfacerla.
El hombre verdaderamente libre solamente quiere lo que puede y hacer lo que le place. Esta es mi máxima fundamental. De ella derivan todas las reglas de la educación.


A. FERRIERE: LA ESCUELA NUEVA, EL NUEVO ESPÍRITU
Hasta Rousseau no se encuentra una concepción de conjunto, una nueva visión del niño y de su educación. Pestalozzi (1746-1827), su discípulo, es ya un precursor de los métodos nuevos; con él, no se trata ya de la “teoría de la educación” sino de cómo llevar a la práctica, en la escuela, los principios teóricos. Y en cuanto se encuentra en su escuela, ante y entre sus alumnos, Pestalozzi debe corregir uno de los puntos capitales de Rousseau, al descubrir que la escuela es una verdadera sociedad de la que los niños aprenden, de la que hay que servirse para educar a los niños, negando así el individualismo rousseauniano.
Los ensayos se extienden y multiplican, perfeccionándose, por todas partes. Como se ve, y tal como los indicamos, el movimiento en pro de una nueva pedagogía es muy vasto y afecta a muchos autores. Conocer a Ferriere es, en gran medida, conocer a fondo todo el movimiento de la Escuela Nueva, sus presupuestos, sus realizaciones sus limitaciones.

III. Crítica a la escuela tradicional
Muchos grandes hombres, si no todos, que han conseguido una gran situación en la vida, llegaron a ser lo que son, no debido a la escuela, sino a pesar de ella y fuera de ella. Sus maestros los calificaban de malos alumnos. La escuela no es el molde adecuado para todos los niños, y la mayoría se desarrollan mejor fuera que dentro de ella.

J. PIAGET: LA EDUCACIÓN POR LA ACCIÓN
Dicho de otra manera: en el momento actual, tras años y años de educación formalizada, tras escuelas y escuelas de pedagogía, tras investigaciones e investigaciones sobre el tema, en el momento presente seguimos aún teniendo bastante ignorancia en lo que se refiere a los resultados de las técnicas educativas.
Piaget se lo plantea: La cultura que cuenta en un individuo particular, ¿es siempre la que resulta de la formación propiamente escolar, una vez olvidado el detalle de los conocimientos adquiridos a nivel de examen final, o es la que la escuela ha

2 comentarios:

Javier Mendieta Paz dijo...

Muy bien ¡Vale un Potosí!

Javier Mendieta Paz dijo...

Faltan lecturas:
a) El hombre invisible de H.G. Wells
b) Premio Nobel de Economía 2002 Kahneman y Smith
c) Edipo Rey de Sófocles
d) Empatía de "La inteligencia emocional" de Daniel Goleman
e) Resúmenes de todos los capítulos de la materia de psicología PSI121F